Procesiones del Viernes Santo

Procesión de la Expiración. San Mateo, 11:30

Al límite del mediodía del Viernes Santo, la Ilustre Hermandad de Penitencia y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Expiración de la Arguijuela y Nuestra Madre y Señora de Gracia y Esperanza erige en procesión la talla propiedad del Vizconde Rodas y autoría anónima, fechado entre finales del siglo XIV y el primer tercio del XV, de inspiración gótica, Nuestro Padre Jesús de la Expiración, de la Arguijuela, población cercana, a trece kilómetros de distancia de Cáceres. La imagen, Cristo crucificado, de un naturalismo sereno próximo al estro flamenco y de atributos límpidos, aun en el doliente Misterio, incita a la conmoción de los devotos fieles que se congregan en su travesía por las céntricas calles de la ciudad. Acompaña Nuestra Madre y Señora de Gracia y Esperanza, talla en madera de cedro del artista sevillano Ángel Luis Slater, bellísimamente engalanada con manto y corona, de semblante estoico y sentir desconsolado. Durante esta Procesión de la Expiración se distinguen varios actos fundamentales como las múltiples ceremonias, en Santa Clara, reverencia ante el Santísimo Sacramento; en San Juan, el recibimiento de los Mayordomos; el paso de Clavellinas en la cuesta; en Soledad, la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad; y en San Mateo, la ceremonia de la Expiración del Señor, cuando se escuchan las palabras: «Padre, en tus manos encomiendo mi Espíritu». Entonces, la marcha de cornetas y tambores sube su plegaria musical al cielo, pues Jesús acaba de expirar a las tres de la tarde.

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Procesión de los Estudiantes. Iglesia de Santo Domingo, 11:45

La Franciscana Cofradía Penitencial del Vía Crucis y del Santísimo Cristo del Calvario erige, al rayar la hora del Ángelus del Viernes Santo, al popularmente conocido como Cristo de los Estudiantes, o Santísimo Cristo del Calvario, espléndida talla de finales del siglo XVI elaborada en los talleres del maestro castellano Gregorio Fernández. De impecable disposición anatómica, deja escrutar el puro realismo en la tensión muscular, la herida de su costado o en la postura de las piernas. Simboliza el Misterio de la Expiración de Cristo, con la cabeza levemente balanceada hacia el hombro derecho, sometido por clavos, y sin embargo, en su rostro se revela el inmenso Perdón y Amor. Los cofrades que auxilian en el cortejo visten túnica negra y capa o esclavina marfil, con cordón franciscano de tres nudos a la cintura al lado derecho y distintivo al cuello consistente en cordón de raso torcido blanco y rojo, del que cuelga la cruz del Santo Sepulcro en fieltro rojo. Las cornetas y tambores anuncian con su cadencia rítmica el paso de la procesión por las céntricas calles de Cáceres, acrecentando el incondicional sentir de los devotos que se congregan a la marcha del Santísimo Cristo.

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Santo Entierro. Iglesia de la Soledad, 19:30

En la tarde del Viernes Santo, la Ilustre y Real Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y Santo Entierro conmemora la antiquísima Ceremonia del Descendimiento (18:30 horas), fervorosa advocación en la cual Cristo es desclavado de la Cruz, mientras un fraile predica el Sermón de las Siete Palabras. Ya alojado en la urna, procesiona hasta el encuentro con la Virgen en la ermita de la Soledad, donde da comienzo la Procesión del Santo Entierro. El Cristo Yacente, talla romanista de autoría desconocida, fechada a finales del siglo XVI, transita por los límites de la ciudad amurallada infundiendo un piadoso lamento entre la feligresía cacereña, que congregada a su alrededor y conmovida por la Estación, advierte el duelo vivido durante la Semana de Pasión. La Virgen de la Soledad, imagen de candelero de finales del XVI, de hermosísimo rostro, aun con las huellas del lamento, recorre los pasos de su Hijo con riguroso velo negro. Asisten los hermanos, ataviados con túnica y fajín negra, con sobremanga y ribetes blancos, capuchón negro y escudo de la Cofradía en el pecho, los pasos, acompañados por la cadencia del tambor destemplado y plañido clamor de los fieles de la ciudad de Cáceres.

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